Los 10 regalos más originales para fans de los años ochenta

¡¡Aaaaaah!! Los maravillosos años ochenta… No solo quienes vivieron su infancia y su adolescencia en aquellos tiempo sienten nostalgia por esa época dorada en la que empezaron a aparecer los primeros videojuegos, la música se escuchaba en cassettes y llevar hombreras y camisas hawaianas era obligatorio. El diseño ochentero nunca ha dejado de fascinar a las nuevas generaciones, los juegos arcade siguen enganchando a gente de cualquier edad y las películas de esa década se han convertido en auténticos clásicos. Por eso hemos elegido diez regalos originales que harán que a tus amigos fans de los ochenta se les haga el culo Pepsi-Cola…

 

A los gamers de hoy, mañana y siempre les encantará esta mini consola de juegos arcade inspirada en la primeras maquinitas de Nintendo, la podrás llevar en el bolsillo e incorpora más de 150 juegos de 8 bits.

 

Otra versión de consola arcade en tamaño mini es esta con la forma de las máquinas de los recreativos, ese lugar donde se te iba la paga como agua de una cesta, que incluye 240 juegos de 16 bits, joystick y botones para que recrees la experiencia ochentera en todo su esplendor.

 

Super Mario, todo un icono del siglo XX, nació dentro del juego arcade Donkey Kong en 1981 y luego adquirió entidad propia. Esta lámpara de luz ambiental tiene la forma de Super Mario en una de sus características poses. Pop, icónica y muy ochentera.

 

Otro de los juegos que causaron furor en los ochenta es el Pac-Man, conocido en España como «el comecocos». Y Blinky, Pinky, Inky y Clyde son los nombres de los fantasmitas que perseguía Pac-Man para zampárselos. Esta lámpara que reproduce en su versión pixelada a los pequeños espectros cambia de color, y cuenta con un sintonizador sensible que permite que reaccione de diferente forma en sus cambios de color a la música, según si es más cañera o más tranquila.

 

El formato más popular para oír música en los ochenta era el cassette: te permitía grabar de la radio, del tocadiscos, de otras cassettes (con un reproductor de doble pletina) y, lo mejor, crear tus propias recopilaciones (que a veces consistían en grabar la misma canción una y otra vez lo que durase la cinta…). Esta caja de almacenaje metálica reproduce con tanto detalle un viejo radiocassette que te entrarán ganas de pulsar el PLAY…

 

Una de las películas que más impactaron en los ochenta fue Regreso al futuro, frases como «Un momento, un momento, Doc. ¿Quieres decir que has construido una máquina del tiempo…? ¡¡¿En un DeLorean?!!» forman parte ya de nuestro imaginario popular. Pues esta reproducción de metal fundido del DeLorean con la máquina del tiempo incorporada podría ser uno de los regalos más impresionantes que pudieras hacer a ese amigo cinéfilo-ochentero.

 

¿Qué decir de las máquinas de fotos instantáneas Polaroid? En los ochenta se moría uno por hacer fotos con ellas. Ahora puedes poseer por fin una, auténtica de aquella época, recuperada, en concreto el modelo 635 CL, uno de los más icónicos de la firma. Las cámaras recuperadas por The Impossible Project están en perfectas condiciones tanto en su aspecto como en su funcionamiento.

 

Un accesorio que molaba muchísimo en los ochenta para alegrarle a uno la vida escolar eran las etiquetadoras de presión. Se usaban para poner el nombre en libros y cuadernos y eran geniales. La firma coreana MoTEX ha lanzado recientemente esas mismas etiquetadoras en colores ácidos: amarillo, rosa chicle, verde manzana, violeta… y cintas de colores flúor, metalizados y los clásicos aquellos maravillosos años: verde botella, negro, rojo oscuro y azul.

 

Si eras, o eres un as matando marcianitos, esta taza que cambia de color es perfecta para nostálgicos o gamers consumados. Con el asa en forma de joystick y decorada con tinta termográfica, al servir una bebida caliente en ella, irán apareciendo las naves enemigas, los proyectiles y otros detalles siempre, eso sí, en su formato pixelado.

 

La primera Game Boy se lanzó en 1989, y este chulísimo despertador reproduce la mítica consola con todo detalle y, lo mejor de todo, la alarma reproduce los sonidos originales de Super Mario Land. Con licencia oficial de Nintendo, es el despertador que se merecen todos los fans de los videojuegos ochenteros.