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Nuestros amigos sin alma |
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Del Golem a C3PO, pasando por la criatura del doctor Frankenstein, el hombre siempre ha estado fascinado por la posibilidad de crear vida con sus manos sin cumplir con el consabido expediente biológico. Autómatas de todos los tamaños, obedientes y complacientes, a los que podamos relegar al trastero cuando dejen de hacernos gracia. |
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Mascotas para vagos
Las virtudes de los animales de pega
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Robots domésticos
Androides inútiles para dar prestigio a tu casa
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Belleza sin vida
La eterna fascinación por las muñecas
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Mascotas virtuales
La vida al otro lado de la pantalla
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