Una caja no es solo una caja. En las manos adecuadas, puede cobrar otras vidas y ser la base de obras de arte
Cratehouse, un edificio hecho con cajas de bebidas
La cosa va de cajas. Eso es lo que sin duda han pensado Wolfgang Winter y Berthold Horbelt, dos artistas alemanes que han ideado este ¿edificio? En realidad, lo que han hecho ha sido encajar una sobre otra muchas cajas de esas que se usan para llevar las botellas de bebida a los bares. Luego, lo han colocado sobre dos contenedores y el resultado se ha convertido en el emblema de la ciudad.
Puedes visitarlo en Castleford, una ciudad de West Yorkshire (Inglaterra). No sabemos la utilidad: vivienda, sala de juntas, bar para los encuentros de antiguos alumnos de la localidad... Vistoso sí es, sobre todo cuando le da el sol, pero en invierno debe hacer bastante frío y algo de calor en verano. Quizá por eso es arte, porque no tiene que ser útil.
También una caja, bastante más grande, es el elemento principal de esta otra obra de arte: Dot Dot Drawing Room. Es una caja, con capacidad para albergar personas en su interior, que se exhibe en la casa de campo de Lord Armstrong, en Northumberland (Inglaterra).
Dicha casa es propiedad de Patrimonio Nacional (National Trust) desde 1977. En una ocasión que estuvo cerrada por trabajos de conservación, decidieron encargar al diseñador Tod Hansen esta cámara para compensar a los visitantes que se acercaran hasta la mansión.
Al parecer, está inspirada en uno de los aposentos del interior y en ella el artista intentó conjugar dos estilos, el victoriano y el moderno industrial.