Existen tantos objetos que imitan el diseño del mítico cubo que podrías pasar un día entero rodeado de productos Rubik.
Empieza el día solucionando problemas
En 1974 el escultor y profesor de arquitectura húngaro Ernö Rubik inventó un rompecabezas mecánico con forma de cubo con caras de colores: era mítico Cubo Rubik. Obtuvo la patente un año más tarde y, desde entonces, este cubo mágico no ha hecho más que crecer y expandirse por todo el mundo.
¿Quién no ha tenido uno en sus manos? Todos hemos intentado resolverlo, casi siempre sin éxito y haciendo trampas despegando las pegatinas cuadradas para formar una falsa cara monocromática. Si estás dentro de este grupo de traidores, deja de intentarlo y hazte con un Cubo Rubik únicamente decorativo, su forma cuadrada y sus colorines lo convierten en un perfecto objeto pop. Se han inventado un sinfín de productos que imitan su diseño, tantos, que si algún fanático se lo propusiera, podría vivir un día entero rodeado de Cubos Rubiks con diferentes funciones.
Para empezar el día podría despertarse con una alarma con forma de Cubo Rubik intencionadamente desordenado. ¿Hay que resolverlo para apagarlo? No, si así fuera creo que más de uno se quedaría en la cama. Las chicas pueden llevarlo encima y lucirlo a todas horas porque el cubo de Rubik también existe en forma de bolso, cuadrado, de charol y con asas de cadena. Tan colorido que combina con todo.
Nuestros MP3 y equipos musicales tampoco escapan de la Rubikmanía. El altavoz Rubik es una lámpara que se ilumina al ritmo de la música que se está reproduciendo. Colócalo al lado de la mesa de centro Rubik, tan cuadrada como el cubo mágico, y fabricada con el mismo material. ¿Y para apoyar los pies? Si quieres que tu salón combine necesitarás un Rubik-puf hinchable, gigante y lo más importante, resuelto.
Si lo tuyo es adicción y necesitas llevarlo siempre encima puedes hacerte con un colgante para el móvil o llavero. Se trata del mini-Rubik o cubo de bolsillo, la versión reducida con cuatro cuadraditos por cara. Mucho más fácil de resolver y menos frustrante.
El Cubo Rubik tiene 28 años y sigue siendo un número uno de ventas, y no hablamos del cubo como objeto decorativo, sino como juguete o juego. Puede que la fórmula del éxito resida en su sencillez, un simple cubo con caras movibles que debes girar para conseguir 6 lados de 6 colores. Existen todo tipo de trucos y algoritmos para resolverlo, incluso cada año se convocan concursos en los que los participantes muestran su destreza y rapidez a la hora de solucionar el cubo. Es la Rubikmanía.
Os dejamos con uno de los más rápidos del mundo: un japonés que consigue resolverlo en tan sólo 6,57 segundos.